Texto I pendiente de lectura previa a la Asamblea del sábado 19 de mayo de 2012

Compañer@s, hace unas semanas una persona de nuestra asamblea nos hizo llegar a comunicación un texto como propuesta para ser debatido como texto muestra de la posición de la asamblea en diversos foros (mesas informativas, medios de comunicación, blogs…)

Es por ello que siguendo el procedimiento aprobado hace algunas asambleas, colgamos aqui el texto para que pueda ser leído y reflexionado con anterioridad a la asamblea y debatido en ésta con el fin de ser consensuado o no.

Reiteramos la importancia de dedicarle unos minutos a este esfuerzo previo que facilitará el desarrollo de la asamblea y el trabajo común.

¿EUROVEGAS? POR DIGNIDAD, ¡NO! (Descarga en .pdf)

Creo que ya conoces lo que se está llamando “Eurovegas” y sabes también que somos muchos los ciudadanos que consideramos que es una iniciativa malsana y perversa. Lo que aquí pretendemos no es descubrir nada que no sepas, que ya están dichas la mayor parte de las cosas, sino tan solo aportarte algunos elementos que nos parecen especialmente preocupantes.

En primer, lugar la iniciativa: Un magnate¹ proyecta un “centro de ocio” (lo llama así) constituido por hoteles, casinos y similares y lo propone a las administraciones públicas para obtener “facilidades”. Ofrece aportar dinero (inversión dice) y promete crear empleo (por cierto, ¿sabías que el casino de Torrelodones ha hecho un ERE con 36 despidos?).

En concreto, y sólo como información tan objetiva como somos capaces, lo que ofrece es invertir 27.000 millones de euros en 10 años, con los que se crearían (dice) 160.000 puestos de trabajo directos también en 10 años, 36.000 habitaciones en 12 hoteles, 18.000 máquinas tragaperras y 1.065 mesas de apuestas en 6 casinos, 9 salas de espectáculos y 3 campos de golf.

¿Y lo que pide? Una nadería. Unos regalos de bienvenida (todo el suelo público de la zona, con ampliación de la edificabilidad, expropiación del privado…), unos pequeños incentivos directos (avales para financiación europea, financiación directa, formación pública a croupiers…), pequeñas prerrogativas singulares (declaración como iniciativa de interés autonómico, exclusividad durante una década…), construcción pública de algunas infraestructuras (metro “dedicado”, que el que hay no le vale, conexión AVE, alguna autopista, helipuertos varios, agua, electricidad, servicios de bomberos y hospitales…), ciertas actuaciones de “limpieza” (traslado del vertedero y de chavolas, que afean…), una visión algo particular de lo que es la educación de la infancia (permiso de entrada a los casinos para los menores²), ciertas cuestiones tributarias (tratamiento como zona franca, vacaciones fiscales durante una década…), modificación de algunas leyes españolas “poco” importantes (“sólo” las del Estatuto de los Trabajadores, de Procedimiento Laboral, de Extranjería, de Prevención de Blanqueo de Capitales, de Enjuiciamiento Civil, del impuesto sobre Sociedades, del Impuesto de la Renta de los no Residentes…) y, para cerrar, algunas garantías a futuro (obligación de negociar con él los eventuales cambios legales que se planteen)

¿Y los problemas? No es necesaria mucha agudeza visual para hacerse una composición de lugar sin más que leer las peticiones anteriores, pero incluso se pueden añadir algunos más: es previsible que se convierta en un punto de atracción de las mafias internacionales del tráfico de droga y de la trata, incidencia ambiental, destrucción del entramado colectivo, apoyo a la especulación, chantaje al empleo…

Lo anterior es cierto y, sin duda, obliga a los bien nacidos a rechazar frontalmente la iniciativa, algo que, sorprendentemente, no han hecho nuestros representantes (que siguen ganándose a pulso lo de “no nos representan”) en ninguna de las administraciones. Pero existe aun algo más y todavía más profundo, que hace que, incluso si nuestro “buen magnate” renunciase a algunas de sus exigencias, la iniciativa seguiría siendo perversa³. Se trata del proceso sistemático de destrucción de los pilares sociales y humanos de nuestra comunidad al que se están dedicando, con toda impudicia, los de arriba con la aquiescencia de aquellos que no nos representan.

Después de muchos años de esfuerzo y trabajo por parte de los que nos antecedieron (padres y madres, abuelas y abuelos…) y también por nosotros, utilizando nuestros impuestos, hemos conseguido alcanzar un cierto nivel de bienestar común. Hemos sido capaces de crear un conjunto de bienes comunes que van desde la red de carreteras y ferrocarriles hasta Internet y la red de móviles, pasando por escuelas y hospitales, redes de abastecimiento y saneamiento… Y también hemos sido capaces de organizarnos para establecer unas pautas que permiten el uso público y hasta cierto punto equitativo de esos bienes así como para velar por nuestros mayores y pequeños…

Y claro, los bienes comunes constituyen una tentación irresistible para la codicia de los de arriba. No pueden descansar hasta conseguir hacerse, por las buenas o por las malas, con la propiedad exclusiva de los bienes comunes. Y cuando llega la crisis (que no es una crisis, que es una estafa) ven el cielo abierto y organizan un expolio en toda regla. La crisis lo justificará todo. Estos “crédulos” nos admitirán todo lo que digamos que vamos a hacer, si decimos que es en nombre de la creación de empleo (incluso los mismos despidos reales si decimos que son despidos de hoy a cambio de posibles empleos futuros).

Piensa en lo que está pasando con la sanidad y con la enseñanza públicas. Piensa en la privatización anunciada del Canal de Isabel II. Piensa en las tasas anunciadas para la justicia. Y, en este marco, piensa, por fin, en la iniciativa Eurovegas, que va incluso un poco más allá.

Un individuo, con más dinero que el que muchas personas honradas podrían ganar en muchas vidas, convoca un concurso entre administraciones para decidir en qué territorio se ubican sus casinos. “Mi sitio ha de ser aquel que me reporte más ventajas; ¿quién inicia la puja?” Y nuestras administraciones se avienen a concursar. “Yo te hago hijo adoptivo o doctor “honoris causa”, yo te regalo los terrenos, yo te libero de impuestos, yo te hago leyes a medida.…”

Pero eso que ofertan las administraciones (los que no nos representan) no es suyo. No es su terreno el que ofrece nuestra Esperanza, es de los madrileños y españoles todos. No es a su renta a la que renuncia nuestro Cristóbal, es a los impuestos que debieran financiar la cosa común, nuestra sanidad y educación. No son sus convicciones las que traiciona nuestro Alberto, son las normas jurídicas que debieran defendernos a los de abajo.

Y es que de estos “inversores” líbrenos el cielo, que no contentos con haber organizado la estafa a la que llaman crisis y que estamos pagando los de abajo, ahora quieren sacarnos, con chantajes miserables, hasta el tuétano de los huesos. Pero todavía clama más el ansia que mueve a los “nuestros”, a los electos, a desmantelar todo lo público que hemos ido construyendo entre todos. En un suspiro nos habrán privatizado el Canal de Isabel II (que daba beneficios), habrán eliminado las gratuidades de la enseñanza, la sanidad y la justicia (copago lo llaman) y, con los resultados, habremos financiado la construcción privada de Eurovegas. Buen plan (para otros). ¿O es que alguien puede creer que si realmente la iniciativa que se plantea fuera rentable no habría más de un candidato incluso sin “facilidades” públicas. Lo que Adelson espera obtener es lo que le den nuestros dirigentes. Nuestra sociedad a cambio de la promesa de unas cuentas de vidrio

Si tú, “joven emprendedor” quieres abrir un puesto de melones, deberás aceptar las condiciones que tus gobernantes te impongan, pero si es un “viejo mangante” el que quiere abrir unos casinos, será él el que imponga sus condiciones. ¿Quién manda? Si la inversión es buena, ¿Por qué no convocamos un concurso nosotros y fijamos las condiciones?

Y es que este 2 de mayo no debemos celebrarlo contra franceses o argentinos. Debe ser frente a los de arriba y sus acólitos, sean de producción nacional o de importación.

_______