El Grupo de Trabajo de Sanidad Universal cuelga esta propuesta de texto para ser leida antes de la asamblea del sábado 6 de octubre a las 12 horas, asamblea en la que será propuesto para consenso por lo que se recomienda encarecidamente llevarlo leído y valorado previamente.
El texto es el guión de una representación teatral a llevar a cabo en los centros sanitarios de nuestro distrito.
Os dejamos el texto a descargar en .doc en este enlace y directamenet aqui.
¡Gracias!
INT CLINICA DIA
En un espacio más o menos diáfano de una consulta. A la izquierda vamos una mesa con un MEDICO y un POLÍTICO, de pie junto a él. El médico tiene unas tarjetas rojas (copago) y otras verdes (gratis)
A la derecha hay como una sala de espera, donde están el INMIGRANTE, la MUJER, el ANCIANO y el CIUDADANO (camiseta del Madrid/Atleti/Barca?).
Un POLICIA vigila toda la acción. Alrededor puede haber más gente. Detrás de la mesa hay un cartel que pone Sanidad Pública.
Todos están quietos, como estatuas.
NARRADOR
Hola amigos y amigas… Vengo a contaros una historia, un relato de naciones, médicos, políticos y copagos. Nos encontramos en España, una pequeña región del norte África, donde cualquier persona, sea cual fuere su nacionalidad, raza, confesión o montante crediticio, podía acceder a una sanidad universal y gratuita. Esta sanidad estaba sostenida económicamente por todos los trabajadores. Si estabas enfermo y acudías al doctor, éste te recetaba en una receta azul lo que necesitabas para curarte. Todo era muy bonito, y el resto del mundo miraba con envidia a ese extraño país de sol y verbena en el que todo el mundo era tratado por igual. Pero había un rumor pululando que podía trastocarlo todo, el Gobierno quería introducir unas nuevas tarjetas rojas, donde los medicamentos dejaban de ser gratis…
MEDICO
Señor Mo-bu-¿tu? Pase.
El INMIGRANTE entra en el reservado de la consulta. Se sienta y entrega un papel al médico.
INMIGRANTE
Venir por mis meningitis recetas.
MEDICO
Muy bien…
Comienza a rellenar en una tarjeta verde, pero el POLITICO se lo impide.
POLITICO
No, no, no… ¿Qué te he dicho esta mañana? Ha llegado la austeridad, el cambio. Por lo que hay que empezar a recortar que no hay dinero… (le pasa la tarjeta roja, mira al inmigrante). Amigo del subsaharianismo, vas a tener que pagar.
INMIGRANTE
¿Tener que pagar? No hay trabajo….
POLITICO
Amigo, ahí está el problema ¿Tú cotizas? No ¿verdad? Pues hay que pagarse las cositas. Hay polizas muy buenas con precios variables según la enfermedad que tengas. Si no ya sabes, patera pa abajo y de vuelta a la selva…
MEDICO
¿Pero qué dice, hombre? No sea animal… que este hombre no tiene ni para comer. Su enfermedad es grave y ya lleva medio tratamiento… ¿no podríamos hacer una excepción…?
POLITICO
En estado de excepción vamos a entrar como sigamos así… Tenemos endeudada hasta la ñ… Venga, que esto es como prevaricar, la primera vez cuesta pero luego engancha…
El POLITICO le da la tarjeta roja al MEDICO, que se encoje de hombros y se la da al INMIGRANTE. Este se levanta, incrédulo.
INMIGRANTE
(el tono suplicante va agonizándose)
Yo no poder pagar… no tener dinero. Yo poder morir…. seguro yo morir. Solo dos veces más tratamiento (con las manos implorando) Solo dos, por favor
POLITICO
(niega con la cabeza)
Anda tira, que al final llamo a extranjería… Y entonces dirás que si somos malos
El INMIGRANTE sale escopetado, pide ayuda en la sala de espera). ¡¡Amigos, por favor!! ¡¡Mis medicinas!! No poder pagar, ayuda, por favor… ¡¡Por favor!!
La gente le ignora, el POLICIA va a intentar llevarse al inmigrante pero este escapa.
NARRADOR
Los rumores eran ciertos. Había llegado la temible tarjeta roja y los primeros en pagar, las personas extranjeras sin tarjeta de residencia. Hubo algún alboroto y gente que protestó, pero la mayoría entendieron al Gobierno, que lo había sabido explicar muy bien: En tiempos difíciles hay que elegir. O nosotros o ellos.
Mientras habla el narrador, el resto de pacientes va pasando por la consulta y el MEDICO les va dando la tarjeta verde. Se vuelven a colocar en su sitio.
MEDICO
Señorita Martínez. Pase por favor.
La MUJER entra en la consulta y se sienta.
MUJER
Hola venía a hacerme una mamografía, que me toca la revisión anual.
El MEDICO mira al POLÍTICO con cara de pena.
POLÍTICO
Son 30 euros.
MUJER
¿Por qué?
POLITICO
Porque la sanidad está para curar, no para andar despilfarrando.
MUJER
¿Cómo?
POLITICO
A ver… ¿Si no te haces la mamografía te mueres?
MUJER
No…
POLITICA
Pues ya está. ¿No ve el Telediario? Qué no hay dinero señora… Están pensando cambiarle el nombre a la “Prima de riesgo” por “Suegra de riesgo”…
MUJER
(mirando al Médico)
¿Y este señor que pinta aquí?
MEDICO
En mi modesta opinión saldría más barato prevenir…
POLITICO
La previsiones… al señor del tiempo. Que por cierto, toca abrigarse que viene una borrasca. Que luego no hacéis más que venir a mendigar gelocatiles. Vamos, tarjetita roja.
El MEDICO niega con la cabeza, le rellena una tarjeta roja. Se la da a la mujer, que entra en cólera.
MUJER
Oye que esto yo ya lo he pagado… Que yo cotizo ¿eh?, que cobro una puta mierda pero pago!! Serán sinvergüenzas… Me van a oír ahora… (sale fuera) ¡Eh! ¡¡Tenemos que unirnos!! ¡¡Todos!! ¿¿Qué os pasa?? Este abuso no va a parar… Despertar, despertar, despertar!!!
La ignoran. El POLICIA le saca de escena.
NARRADOR
Pero la gente no despertó. Tal vez se enfadó un poco, pero en el fondo tampoco hizo nada. Al fin y al cabo, estábamos viviendo toda una crisis por lo que había que hacer sacrificios. El Gobierno explicó muy bien a sus ciudadanos que había que aportar un poco por los servicios que recibía, ya que tras muchos años despilfarrando, había llegado la hora de equilibrar las cuentas.
El ABUELO y el CIUDADANO pasan por consulta y se llevan sur tarjetitas verdes; se vuelven a sentar.
MEDICO
Señor García. Pase.
ABUELO
Hola Alfredo, vengo a por mis medicinas.
MEDICO
Ya, verá, es que ha habido una serie de cambios y va a tener que pagarlo…
ABUELO
¿Por qué?
POLITICO
¿Cómo que por qué? Por lo mismo que has llamado al médico Alfredo, ni que fuera tu cuñao.
ABUELO
Es que es mi médico de toda la vida…
POLITICO
Claro, el que además de conversación te da pastillitas. Que no se puede abuelo, que no hay dinero… Además que no es sano meterse tanto químico para el cuerpo ¿Has probado a tomarte algo de herbolario?
ABUELO
¿Para la próstata?
POLITICO
Para todo. Con unos buenos hierbajos eso fluye que ni el amazonas.
ABUELO
Es que a mi la medicación me hace mucho bien y esas cosas de hippies…
POLITICO
Entiendo. Pues entonces no lo dude y pague. Que con la salud no se juega. (al medico) Extiéndale la factura que al señor no le sobra el tiempo.
El medico comienza a rellenar la tarjeta roja. El ABUELO se exaspera.
ABUELO
¡¡Pero que se cree!! Que yo he estado cotizando 50 años a la seguridad social… 50 años!! Pagando mis impuestos… sirviendo a este país en la oficina transnacional de correos mediterráneos!! ¡¡qué esto yo ya lo he pagao!! Delincuentes, estafadores, malpatriados…
El POLITICO acompaña al ABUELO hacia afuera
POLITICO
Ande, ande, no sea dramático… ¿ha pensado que a lo mejor no estamos hechos para vivir tanto?
El ABUELO sale, interpela con la sala de espera.
ABUELO
Me van a oír… me van oír!! Vamos, todos a la calle, los jóvenes, vamos!! ¡¡Qué nos lo van a quitar todo!! (mientras se lo lleva) ¿Dónde están los jóvenes?
El POLICIA saca al abuelo de la consulta. Nadie le hace caso.
NARRADOR
En efecto, nos lo fueron quitando todo. Las medicinas, la educación, los servicios sociales, la felicidad que nos caracterizaba. Pero no había nada que hacer, los expertos decían que aquella cosa llamada Estado de Bienestar era del todo inviable económicamente.
El CIUDADANO entra en la consulta y se lleva su tarjeta verde. Vuelve a sentarse.
MEDICO
Señor Gutiérrez. Adelante por favor.
CIUDADANO
Verá, llevo toda la noche con vómitos, fiebre, tengo dolor de cuerpo…
MEDICO
Muy bien. Verá la consulta son 30 euros. Si quieres que te ausculte con el aparato otros veinte. El palito son 10. Si está chupado 5.
POLITICO
(orgulloso) Se me cae la lagrimilla. Qué seguridad, qué porte, qué verdad…
CIUDADANO
Pero… ¿no dijeron el otro día que la salud era un derecho?
POLITICO
Claro, tienes derecho a estar sano, no a ponerte enfermo. Le recomiendo que se haga unas radiografías, estamos de oferta y la tercera es gratis.
CIUDADANO
¡¡Pero si yo tengo gripe!!
MEDICOS
Es irresponsable descartar otro tipo de cosas… En este centro abogamos por una salud de calidad…
CIUDADANO
¡¡De calidad… mis cojones!! ¿Quién se creen que son para reírse así de mí? ¿Quién? ¿¿Eh?? ¡¡Me va a oír!!
El CIUDADANO sale hacia fuera.
CIUDADANO
¡¡Se acabó!! ¡¡Hay que rebelarse!! Hay…
Se queda mirando al vacío, no hay nadie que pueda escucharle. Baja la cabeza, triste.
Pasan un par de operarios, que cambian el cartel de sanidad pública por uno que pone “Consulta privada” con los logos del Santander y el BBVA, uno a cada lado. El ciudadano se sienta desolado.
CIUDADANO (sentado sobre el suelo)
“Primero vinieron por los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí, pero para entonces ya no quedaba nadie que dijera nada.”
Ya no queda nada…
El POLICIA saca al CIUDADANO de escena. Hay un momento de silencio. Entra el NARRADOR
NARRADOR
El poema es de Martin Niemöller pero sus sentimientos bien pudieran ser de todos nosotros. Lo que acaban ustedes de ver, amigas y amigos, sólo ha sido una ficción, un mal sueño. De ustedes depende que se convierta en realidad, porque no lo duden, estamos en medio del camino. ¿Qué hacer?
(el resto de personajes se ponen alrededor de él, van diciendo una frase cada uno)
Pensar. Informarse. Analizar. Abrir los ojos, buscar la raíz del problema. Pregúntense a quién carajo debemos tanto.
Miren nuestros políticos ¿de verdad nos representan? ¿De verdad hacen algo por nosotros?
Miren la democracia ¿De verdad se cree que es el gobierno del pueblo?
Miren al mundo, la economía que lo mueve ¿De verdad tiene que ser tan cruel e injusto?
Mira dentro de ti. Ahí está la respuesta.
