REDADAS RACISTAS NO*
Las migraciones son un hecho natural en los seres vivos, pues su instinto de vida les lleva a ir allá donde pueden resolver mejor sus necesidades vitales.
Este hecho natural puede convertir en ”ilegal” a un ser humano. Ser extranjero/a pobre convertido en “ilegal”: significa ser una persona vigilada, acosada, perseguida y capturada para posteriormente pasar hasta 60 días en un centro de internamiento de extranjeros/as. Estos centros tienen un marcado carácter penitenciario: celdas con barrotes, baños sin puertas, falta de intérpretes para comunicarse, trato vejatorio…
Las redadas racistas y xenófobas de la policía son frecuentes. Esta conducta de las fuerzas represivas del Estado tiene su causa inmediata en la Circular 1/2010, firmada por el máximo responsable de inmigración del Ministerio de Interior, el comisario general de Extranjería y Fronteras. Dicha circular es “de uso restringido para unidades de extranjería” y de difusión “prohibida”. Fue distribuida a todas las comisarías del Estado para expulsar inmigrantes “a la mayor brevedad posible y en el tiempo mínimo imprescindible”, con la orden clara, además, de hacerlo mediante detenciones preventivas “a efectos de identificación” (ilegales en nuestro país) y justificándolas ante cualquier persona que las cuestionase en la calle como consecuencia de falsos indicios de delincuencia. De esta forma se transmite la sensación al resto de la población de que tener otro color de piel y provenir de un país empobrecido como Senegal, Marruecos, Rumania, Ecuador etc. significa ser potencialmente criminales, alterando así la normal convivencia de los vecinos y difundiendo un ideario racista que siempre conviene al Estado y al Capital, especialmente en tiempos de lo que han llamado “crisis económica”.
Para justificar esta actividad racista y xenófoba se escudan en la presunta inseguridad ciudadana en la falta de empleo, en el reparto de recursos, enfrentando a la población “documentada” contra la clase trabajadora migrante. Es la estrategia del miedo la que mejor sabe imponer el Sistema a través de los medios de desinformación: miedo a la diferencia y miedo al paro, fomentando el egoísmo y el sentimiento patriótico.
De todo esto la ciudadanía es cada vez más consciente. Comprende que su fuerza está en la unión y la solidaridad. Cada vez son más las personas dispuestas a no permitir el acoso al inmigrante. Y, en consecuencia, cada vez la represión de los “guardianes de la ley y el orden” ante la disidencia es mayor.
Nos parece indignante que la policía llegue a denunciar a alguien sólo por el hecho de pararse a observar una detención. En el metro de Moratalaz una vecina ha sido denunciada por el simple hecho de acercarse a preguntar a un hombre de aspecto “extranjero y precario”, que se hallaba rodeado por policías. Al parecer le detuvieron por ir deprisa. Con la denuncias intentan darnos un escarmiento y que la próxima vez cerremos los ojos y la boca. ¡Y no lo van a conseguir!. Cada vez seremos más.
Desde la Asamblea de Retiro exigimos el cese inmediato de las redadas racistas, la erradicación de la esclavitud laboral encubierta, la derogación de la Ley de Extranjería. Apoyamos todas y cada una de las acciones dirigidas a la paralización de esta cacería de personas. Por ello, llamamos a la desobediencia civil, la solidaridad y el apoyo mutuo de la sociedad para combatir esta lacra que el Estado, el Sistema y sus fieles ejecutores realizan en nuestros barrios.
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*Texto cedido por Asamblea Popular de Moratalaz. http://asambleamoratalaz.com/
Asamblea Popular de Retiro
